Desde que andamos en los caminos de luz, encontramos varios puntos en donde las culturas o filosofías, sin importar el lugar de dónde provienen, hablan de temas muy parecidos, que hasta me hacen pensar que hace un largo tiempo, existía sólo una forma de ser. O tal vez que hay energías innegables, como el caso de los elementos.
Desde muchas filosofías y prácticas espirituales a lo largo del mundo y la historia del humano, nuestra vida se ha relacionado con los elementos. Muchos doctrinas hablan del poder de los elementos, o los categorizan como algo importante en el entendimiento de la energía. Pero nos comenzamos a preguntar, ¿qué son, qué hacen, cuál es el motivo por el que conectamos con esas energías desde hace mucho tiempo y en todas partes?
Hoy entramos a un estado reflexivo sobre el poder que habita en los elementos, y queremos compartirte un tanto de nuestro sentir y entender sobre estas energías milenarias.
Viéndolo desde una perspectiva ayurvedica, en el camino de yoga, los elementos son la fuerza cósmica que nos da la vida a todos los seres. Interactúan constantemente entre sí y sus mezclas únicas e irrepetibles dan autenticidad a cada ser que comparte este espacio. Se consideran cinco elementos llamados mahabhutas que son: el espacio, el aire, el fuego, el agua y la tierra.
Más que elementos, se observan estas energías como el origen de toda la existencia, y son bien importantes puesto que tú salud depende de tu relación con los mismos. En la entrada de Ayurveda explicamos más al respecto.
En el camino rojo, el de la tradición americana sobre la naturaleza del ser humano como parte del
cosmos; también nuestros ancestros estaban viendo a los elementos en su búsqueda de la verdad.
Los nativos americanos del norte relacionaban un punto cardinal a cada elemento, y ese elemento rige la energía de los lugares y de sus habitantes.
Los elementos son considerados siempre como un espíritu ancestral, sabio, de adoración y respeto (muchas veces representando por cantos e historias de tradición).
En la consciencia de lo que implica una energía creadora, antigua y siempre viva; nuestra tradición americana ubicaba siete energías elementales que representan a la energía creadora, el espíritu primero, Wakan Tanka.
El fuego, símbolo del sol. El agua, energía femenina lunar; el viento, la palabra como energía de los antepasados; la tierra, con la energía de las plantas y el suelo que tocamos.
En esta misma reflexión, observamos energía elemental cósmica, planetaria. Al cosmos, la Jícara Celeste. El universo en el que viajamos. El espacio sideral.
La Tierra como madre. Nuestra nave espacial. La que marca nuestra naturaleza y origen.
Y el corazón, el centro de los múltiples universos. Que en un sentido más profundo, refiere más al núcleo de vida que nos sustenta. El espíritu poderoso que nos mantiene en vida.
Son vistos como abuelos; guías del camino. Maestros en el entendimiento de nuestra existencia.
Los chinos en su filosofía ancestral de medicina, arte y espiritualidad, observaban su creación en cinco elementos. Aire, fuego, la tierra; añadiendo dos elementos claramente vivos. La madera y los metales.
La lista podría ser infinita. Pero te quiero platicar específicamente de la alquimia.
La alquimia tiene un orden aún más particular y sumamente fascinante.
Existen elementos y existen fuerzas elementales. Una fuerza elemental es una energía sutil, volátil, dinámica y de transformación. (fuego y viento) Un elemento fijo es una energía de estructura, contención y transporte. (Agua y tierra).
Esta conceptualización es sumamente importante para el trabajo de un alquimista, ya que determinará el orden de sus procesos y la forma de obtener energía del universo material y etéreo. Tan sólo de observar su símbolo, podrás comenzar a entender un poco de su movimiento, cualidades, y aquello que identifica a cada uno.
Habiendo plasmado la información que ahora tienes, queremos platicarte nuestro sentir.
Hemos aprendido mucho de la vida y la creación, con sólo sentarnos en silencio frente a un fuego, velarlo, cantarle, alimentarlo en días y noches, danzar con él. Somos conscientes de su poder de transformación, viendo su contacto con el hombre diariamente a través de sus alimentos.
El agua alimenta el universo vegetal, nuestro mismo planeta es más agua que materia sólida. Agua en una cantidad superior nos compone a los seres vivos. Y bebemos de ella para hidratarnos y transportar medicina a nuestro interior.
El aire es la energía de vida. Prana le dicen en yoga. Y es la energía vital por si misma. Tan solo respira y lo sentirás. Deja de hacerlo y sentirás su importancia.
Su constante intercambio con nuestro cuerpo da fruto a nuestra vida y cada movimiento que ejecutamos. A través de esta energía expresamos la palabra, la bendición, la invocación, el sentimiento.
La tierra es el sustento. La madre gestante. Sus múltiples manifestaciones dan origen a la existencia de nuestros cuerpos, a los animales, plantas, microcosmos de virus, bacterias, protozoos. Ecosistemas, e incluso los demás elementos viven gracias a la contención entre la tierra y el espacio.
El ether es la quintaesencia. El campo de protección. La burbuja de la vida. La comunión entre los demás elementos. La energía que tiene poderes curativos y de reestructuración.
En general, se concibe a los elementos en muchas culturas antiguas como sabios, maestros, o con sumo respeto, ya que se sabe de su existencia desde los primeros tiempos de la tierra. Son mucho más antiguos que el hombre y su historia. Nos han marcado una pauta para entender el lugar que ocupamos, y toda esa información que nos compone internamente.
La relación entre elementos y seres de vida seguirá hasta el fin de nuestros tiempos, pues tal vez están ahí acompañándonos, y sin nosotros tampoco existiría alguien que los entienda, los observe y transforme su Energía en fines particulares. Nos compartimos mutuamente, y nos resalta preciso vernos cuales dioses somos.
Namaste. Sigue respirando. #florblancaherbolaria #breathe #elementos #elements #alchemy #ayurveda
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